sábado, 16 de julio de 2011

Se me hizo tarde FACUNDO


Cuando cursaba el primer semestre de arquitectura, conocí a quien hoy en día es mi cuñado y mejor amigo; además, fue con quien desde el principio compartimos gustos y cotidianidades. También, es precisamente él, quien me invitó a escuchar por primera vez la música del maestro FACUNDO CABRAL, no recuerdo cual fue la primera que escuché, pero recuerdo que desde ese momento no paré de hacerlo. Cada chupa, cada conversación, cada cosa que hiciésemos tenía que ver con FACUNDO CABRAL, repetíamos sus frases, tarareábamos sus letras, admirábamos su espíritu.
Hace un tiempo atrás no muy lejano, quise postear algo con referencia a FACUNDO CABRAL, pero no había podido hacerlo por motivos varios cuando él aun vivía; y decía yo cosas como: deseo tanto ser el primero en traer a Portoviejo al maestro FACUNDO, quisiera ver construido pronto el teatro de Portoviejo para que se pueda presentar allí el maestro, ¿alcanzaré a ver cantar en vivo a FACUNDO CABRAL?, me preguntaba y tantas cosas más. No alcancé, no alcancé ni a rendirle homenaje en vida, aun que no tuviese idea de que lo fuera a hacer, nunca pensé que su partida sea tan pronta y tan drástica, tan vil, tan cobarde, tan injusta. Él, que le dio tanto a la humanidad, él que recorría el mundo pensando en los demás, él que se divertía haciendo felices a los que lo rodeaban, él que no miraba hacia donde largaba el paso. Y quien puede con esta impotencia que siento, por la cobardía que emana de la inconsciencia de quienes ni idea tienen del mal que han hecho, que hago con esta ira que no tiene desfogue; solo el escribirte, solo poder hacerle entender al mundo, aun que sea con mis palabras, con mis letras, con mis pensamientos… lo que significas.
Pero de todo esto, queda algo que no te quita NADIE, ni me lo quita NADIE, tu música, tus frases, y tus canciones.

viernes, 1 de julio de 2011

Arwen



En la penumbra mi vigilia asoma,
y en tus sueños la vida veo;
la madrugada me dicta aromas
que huelo a cada parpadeo.

Conquistando nubes con tus alas,
con cantos sonoros me deleitas,
navegando en mareas empedradas,
en tu mundo de sueños y leyendas.

Tu perfil perfecto de durmiente eterna,
tu sutil presencia de reciente aurora,
la calmante brisa de tus ondas negras,
en mis manos tibias que te adoran.